En el norte de la península Ibérica, la cordillera Cantábrica se extiende a lo largo de más de 400 kilómetros paralela al mar Cantábrico, entre los Pirineos y Galicia. Básicamente, se trata de un sistema montañoso levantado por la orogénesis alpina, que, al comprimir los desmantelados cabalgamientos variscos, dio lugar a las fallas inversas que constituyen la base estructural de las zonas más altas y abruptas de la Cordillera. El relieve actual es también fruto de la erosión ocasionada por el casquete glaciar que se instaló en gran parte de sus dominios entre el Pleistoceno y el Holoceno.

Imposible de abarcar en su totalidad por las dimensiones y complejidad que supondría tal proyecto, iremos visitando algunas de las cimas más destacadas con el objetivo de contribuir a la divulgación de su conocimiento.